Ya sea que esté diseccionando La Riqueza de las Naciones de Adam Smith o relajándose junto a la piscina con 50 Sombras de Grey, la lectura es, para muchos de nosotros, una fuente regular de alegría, perspectiva e ideas, que nos permiten crecer personal y profesionalmente. Pero aquí está la trampa: Vivimos en un mundo de contenido interminable y competencia constante por nuestra atención. Un estudio, en 2009, encontró que estamos expuestos a 100.000 palabras cada día, el equivalente a un cuarto de Guerra y Paz de León Tolstoi. Y eso fue antes de que la mayoría de nosotros empezáramos a usar nuestros teléfonos para leer textos, correos electrónicos o artículos en lugar de sólo para hablar.
Si usted está pasando hasta dos horas al día en los medios de comunicación social, como lo hace el estadounidense promedio ahora, entonces usted sabe que la tecnología juega el papel de obstáculo y aliado en nuestra búsqueda de leer más. En esta guía, exploramos cómo usar la tecnología (junto con varias estrategias analógicas) para su beneficio, para escoger lo que lee e incorporar las ideas que lee en su vida.
Prepárese para tener éxito en la lectura
Si se asume una velocidad de lectura de 350 palabras por minuto, se necesitarían sólo 20 minutos de lectura al día para leer aproximadamente un libro cada semana. Por lo tanto, la lectura no tiene que requerir mucho tiempo.
Pero la lectura efectiva requiere una buena configuración, o como los chefs la llamarían la puesta en escena. Aquí es donde la tecnología que nos rodea puede ser utilizada a nuestro favor. Empieza por poner a trabajar tus viejos iPads, iPhones y Kindles. Descargue la aplicación Kindle en cada uno de ellos y esparza estos viejos dispositivos por toda su casa. Enciende el wi-fi y nunca estarás a más de unos metros de tu última página sincronizada.
Si su presupuesto lo permite, amplíe ese enfoque con la opción «multi-medio». Por ejemplo, el autor y neurocientífico Sam Harris compra copias físicas y de Kindle de lo que sea que esté leyendo. El bloguero de Melting Asphalt Kevin Simler prefiere el combo Audiobook-and-Kindle, y el fundador de AngelList, Naval Ravikant, compra a toda máquina múltiples copias físicas sólo para «tenerlas tiradas por toda la casa». Ahora no hay excusa.
El triaje y la curación son importantes
Ahora que estamos preparados, la siguiente pregunta es qué leer. Esta no es una pregunta fácil de responder: la industria editorial publica más de 50.000 libros nuevos al año, además de toda la gran cantidad de libros que las estanterías del mundo han acumulado desde que se escribieron las primeras obras literarias hace más de 4.000 años. La bloguera de RibbonFarm, Venkatesh Rao, cree que es fundamental decidir qué no leer, ya que «cada libro que decidas conscientemente no leer aumenta lo que obtendrás de los que sí leas».
Patrick O’Shaughnessy, anfitrión de Invest Like the Best, se centra en libros con ideas únicas, utilizando la regla empírica de Joseph Campbell de que «cuantas menos citas, mejor será el libro». O’Shaughnessy busca libros que utilicen «datos de propiedad» que para él podrían incluir información anecdótica sobre experiencias o conversaciones, o datos reales que no son de acceso público.
Personalmente, utilizo un enfoque más simple que aprovecha la diversidad de ideas en mi red. Si un libro me lo recomiendan tres amigos de tres círculos profesionales distintos, lo pongo al principio de la cola. Es un recordatorio agradable, aunque no científico, de que el universo está conspirando para que yo lea ese libro.