El cineasta Ventura Pons estrenará el 1 de septiembre el film Sabates grosses, una comedia con las historias reales que ha vivido él mismo durante veintiún años en su casa. ‘Todo es real. La gente se preguntará: ¿pueden pasar tantos disparates en una casa? Pues sí. Puede haber escondido el CESID, gente protestando por las preferentes de Caja Laietana, un diputado que es un poco cabronet y también puede haber un facha catalán’, explica. La comedia es interpretada por Joan Pera, Minnie Marx, Pedro Ruiz, Vicky Peña, Amparo Moreno, Pilar Martínez, Roser Vilajosana, Anna Azcona, Mingo Ràfols y Lucrecia, entre otros.
En el film, aparecen un aristócrata sin un ral de profundas convicciones religiosas, su hija de izquierdas, una señora con un pasado turbulent, un fraile dominic ‘un pelo bandarra’, amigo de una gran cantante cubana, con un hijo negro que dice que será presidente de la República Catalana. También aparecen, entre otras, dos porteras valencianas amigas que se lo explican todo, la escocesa hija del atracador del tren de Glasgow y la encargada lesbiana del bar más de moda.
Sacar la parte cómica de los dramas
El Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), las preferentes de Caixa Laietana, Bankia, la independencia, el turismo, la crisis económica y la crisis política al País Valenciano… Son algunos temas que se van desgranando en el argumento. Pons dice que ha preferido hacer una comedia de los hechos que se van relatando y no un drama. ‘Una comedia es como un drama explicado de forma que dé risa y detrás de una comedia siempre hay un drama.’
Pons dice que en un film el director pone las fobias y los deseos. ‘Ahora el país vive un momento excepcional, se ha puesto de pie’, dice. De hecho, la independencia está muy presente en el film, porque ‘forma parte del contexto que se vive’. Curiosamente, la independencia está explicada por una escocesa y una joven que es de la CUP, mientras que el catalán que aparece es ‘facha’.
La mirada personal del director
Pons remarca que ha querido hablar de la esquina de Caspe con Bailén de Barcelona. ‘El director de una película muestra su mirada, pero para enseñar tu mirada tienes que haber visto antes a Woody Allen o Truffaut’, dice.
A pesar de ser un film coral, Joan Pera tiene un protagonismo destacado. Como ha explicado, loe sorprendió porque creía que Ventura Pons le propondría un papel más propio de él, ‘más Woody Allen’, dice. Pero no: tuvo que dar vida a un personaje retrógrado, ultranacionalista, muy de derechas. ‘Es el personaje que no habría hecho nunca, pero me convenció porque era muy muy dibujado’, dice. Pera señala que se siente muy cómodo haciendo cine, siempre que pueda transmitir aquello que quiere decir. ‘Me estudio mucho el personaje y lo que dice e intento transmitirlo.’