La subasta de arte porno que hizo historia

Una escena de sexo explícito en una película pornográfica. Un cuadro realizado por uno de los mejores pintores de todos los tiempos, en el que los cuerpos desnudos se entrelazan con auténtica pasión. ¿Cuál es la diferencia entre estas dos obras? Parece bastante obvia. Una de ellas es considerada arte y la otra un simple entretenimiento, incluso vulgar, dirían muchos. Pero ambas nacen de la misma raíz, tienen la misma inspiración: el sexo. La pornografía utiliza el sexo para excitar a la persona que está viendo esa escena. Su cometido es sencillamente provocar ese deseo, más allá de cuestiones técnicas o artísticas. No se busca la plasticidad o la belleza por encima de todo, sino encender esa chispa que prenda nuestro ardiente deseo. El arte tiene un punto de vista distinto, aunque puede provocar exactamente el mismo efecto en nosotros. Para un artista, el objetivo es mostrar la vida, la realidad, a través de sus pinturas. Y Está claro que el sexo forma parte de la vida, y de hecho tiene mucha importancia.

El arte y el sexo han tenido una relación intensa y especial por momentos, especialmente en el último siglo. El rupturismo de las vanguardias permitió a los artistas mostrar lo que verdaderamente deseaban en sus obras, sin tener que temer a la censura. Gente como Picasso u Osmar Schindler quisieron representar en sus cuadros no solo  la belleza y la plasticidad del cuerpo desnudo, sino también el deseo morboso que nace de las entrañas. Pero no fueron los primeros. Ya a finales del siglo XIX, los pintores franceses solían plasmar en sus cuadros la belleza y la sensualidad de las jóvenes prostitutas con las que frecuentaban los cabarets de París. Lautrec se convirtió, de hecho, en el pintor de las putas para muchos, por utilizar a estas mujeres como modelos para sus obras en muchas ocasiones. Y anteriormente, ya en el Renacimiento, las obras de desnudos eróticos comenzaron a ser habituales, si bien no eran tan explícitas. El arte erótico y pornográfico ha tenido un bagaje espectacular a lo largo de estos siglos, y es natural que cuando se lleva a cabo una subasta en torno a él, el morbo que se suscite sea enorme… en todos los sentidos.

El erotismo en el arte

Seamos sinceros. El deseo sexual es uno de los instintos primarios más habituales en el ser humano, porque nace de lo más profundo de nuestro cuerpo y es, en muchas ocasiones, una fuerza incontrolable. Los científicos afirman que todo funciona por reacciones químicas, pero aunque no logremos entenderlo del todo, sabemos cuándo estamos sintiendo ese deseo. El arte es capaz de provocarlo de muchas formas, y la pornografía o las imágenes explícitas son una de ellas. ¿Por qué no podemos considerar como artístico el posado de una voluptuosa modelo para la portada de Playboy? Hay belleza y sensualidad en esas imágenes, como en  las esculturas clásicas o en los dibujos eróticos del propio Pablo Picasso, que le dio mucha importancia al sexo en sus obras. El erotismo ha impregnado el arte incluso en las épocas más oscuras, donde se consideraba algo inapropiado.

La subasta de Sotheby´s en 2017

En el año 2017, la casa de subastas Sotheby´s, una de las más importantes del Reino Unido, decidió llevar a cabo un evento muy especial. Con el nombre de Erótica y Deseo, la firma sacó a subasta más de un centenar de obras de arte con la temática pornográfica y erótica como hilo común. Desde cuadros y dibujos hasta esculturas, fotografías e incluso muebles que solían ser usados en los burdeles parisinos del siglo XIX. Todo encuadrado dentro del llamado arte porno, en el que sería el mayor evento de este tipo en  la historia. Para la ocasión, la especialista Constantina Frangos ayudó a la recopilación y selección de las obras más interesantes, buscando también una gran diversidad de estilos y épocas. La intención era reflejar la visión del porno en el arte, bastante desapercibida para la gran mayoría.

Como apuntábamos al inicio del artículo, el arte y el porno parecen dos conceptos muy separados. Depende mucho del contexto y del tipo de formato que tome la pornografía, pero es común advertir que cuando una obra ya se considera artística, deja de ser vista como pornográfica. Precisamente porque no concebimos que algo tan explícito pueda estar a la misma altura que obras de arte que son consideradas indispensables. Un cuadro sobre la Guerra Civil es visitado por millones de personas cada año, por lo estético y lo simbólico que ofrece. Una escena explícita, dibujada por su mismo autor, pasa mucho más desapercibida, pero se sigue considerando arte. El tabú sobre el porno ha estado muy vigente incluso en estas últimas décadas, pero Sobethy´s tenía claro que era algo que había que romper.

Obras de Klimt, Pieterz o Picasso

Y lo hizo de la mejor manera posible, sacando toda la artillería pesada con obras de genios indiscutibles como Pablo Picasso, Osmar Schindler, Klimt o Pieterz. Artistas que llevan décadas o incluso siglos siendo consagrados, y que lucen en los mejores museos, y en las paredes de los más orgullosos coleccionistas. Claro que no es lo mismo poner un Klimt elegante en tu salón, que colocar una escultura fálica con evidente reminiscencia sexual. Porque al final, este arte no es demasiado sutil, especialmente en lo que se refiere a la escultura. Puede llamar mucho la atención en un primer momento, pero se trata, de todas formas, de una expresión de la inspiración del artista.

Muebles del siglo XIX, fotografías explícitas tomadas con rayos X mientras una chica realiza una felación a un chico, bosquejos de grandes artistas con posiciones que podrían aparecer en el Kamasutra… La colección que Sobethy´s sacó a subasta era completísima y llamó mucho la atención de los coleccionistas de arte más desprendidos. De hecho, algunas obras superaron los 100.000 dólares en su precio final, una cantidad imponente que elevó el total de ganancias de la colección por encima de los cinco millones de dólares. Sabemos que hay cuadros de artistas muy consagrados que se han vendido muy por encima de esa misma cantidad, pero nos quedamos con la sensación de que el arte porno sigue siendo del interés de los expertos.

La revalorización del arte porno

En una época en la que tenemos un acceso mucho más sencillo y rápido al porno, el arte de esta temática está empezando a revalorizarse. Precisamente por el mismo proceso que antes pasaba más desapercibido: ahora se ve la pornografía explícita como algo más vulgar, y buscamos estímulos más estéticos y artísticos. El porno del siglo pasado, incluso del siglo XIX, tiene un aroma diferente, como más romántico. Eso lo hace indudablemente especial, sobre todo cuando está firmado por algún artista conocido por todos. Los nuevos creadores están apostando cada vez más por lo erótico y lo pornográfico en sus obras, desde la literatura a la escultura, la fotografía o las artes escénicas. El porno ya no es solo un gancho para llamar la atención, es una forma de expresión de deseos y emociones.

Publicado el abril 25, 2022 por Marcelo Vaquero
Marcelo Vaquero
info@mundoredondo1.com.ar